Si algo nos ha enseñado la nueva normalidad es que el dicho “renovarse o morir” está más vigente que nunca.
Y si hay un sector que lo debería saber mejor que nadie, son los servicios financieros, ya que la falta de movilidad obliga a crear o mejorar los productos que se ofrecen en línea.
Como muestra, Google Trends registró que en los últimos seis meses de 2020 se dispararon las búsquedas de términos como “crédito en línea” o “préstamos en línea”, lo que se traduce a un aumento de la demanda de servicios financieros que se puedan contratar sin salir del hogar.
Este aumento se ve reflejado en la última encuesta de la consultora EY México, que registra que, a pesar de que 9 de cada 10 usuarios de internet utilizan este medio para hacer uso de los servicios financieros, sólo el 14% lo utiliza para contratar tarjetas o pedir préstamos.
Es este caso, las plataformas SaaS (Software as a Service) se proyectan como las grandes aliadas para que empresas financieras puedan llevar sus servicios a más lugares y de esta forma, satisfacer las necesidades de sus usuarios.
Si desde antes del atípico 2020 ya se estaba dando el giro a digitalizar gran parte de los procesos financieros, fe de eso lo puede dar la Ley Fintech de México que se trabajó desde 2017 hasta su aprobación en 2019, este año las empresas vieron que no sólo tendrían beneficios al hacer sus procesos digitales, sino que esto se volvió una necesidad.
2021 no parece ser un año diferente a 2020. A pesar de los avances para restaurar la “vieja normalidad” el sector crediticio aprendió que el mejor momento para digitalizarse es ahora.
La nube, las plataformas SaaS y las API son excelentes herramientas para construir poco a poco procesos que en el futuro serán duraderos y sin duda mejorarán el desarrollo de los negocios.
